El documental al margen de Eduardo Casanova | Televisión

El documental al margen de Eduardo Casanova | Televisión

“No entiendo las risas”, dice Eduardo Casanova en el escenario de su última película, en el margenen las fiestas de Rizoma. Se reunió con Pepa Blanes para la charla y le anunció que el documental quedaría extraordinario en la película del día 29.

Durante seis años Casanova estuvo filmando este documental. Seriedad, por tanto, antes de Merced. Pasó un día con Moisés en el metro y decidió trabajar con él. Cualquier fláneur de Madrid ha visto a Moisés algunas veces. No hay mucha gente que sepa de historia (las preguntas personales son de muy mala educación). Moisés mantiene todo su cuerpo quemado. La misma quedó encantada en lo que llamó “el accidente”, que no es otra cosa que el día en que las voces le dijeron que se incendió.

Moisés tiene un vocabulario concreto en el universo relacionado con el Proyecto MK Ultra (un programa de control mental de la CIA). Los médicos lo llaman esquizofrenia; Él lo llama «coso». Usted también está en una asociación de víctimas de este experimento mental. Casanova ha apostado por una perspectiva tan atípica como la del ojo de pez para contar la historia de este sin hogar acosado a través de voces. A ratos suena La danza del fuego. Por momentos subimos las calles para entrar a una cabina de pesaje decorada donde los «ellos» realizan sus experimentos. También conocemos a la familia Moisés: su esposa, su esposa y su esposa.

Se rompe la suspensión de la incredulidad y se dan bruces al espectador contra la indefensa de personas que, en vida, recibieron las peores cartas de la baraja. La hermana no puede pronunciar la enfermedad de Moisés. La exmujer se queja de haber criado a otro hijo sin su padre. Y ahora es el momento de verbalizar las heridas que le infligieron la adicción a ella y a su padre. Es difícil no llorar en la escuela, a pesar de los colores y la estética.

“No todo el mundo está preparado para la verdad, Moisés”, dice la señora. No todo el mundo está preparado para ver un documento como este. En Rizoma habló de salud mental, aunque la película es todo lo contrario (trata de enfermedades mentales). La mayoría de las personas, cuando se cruzan con una persona enferma, pierden la vista. Eduardo Casanova hace contacto visual. “No entiendo las risas”, dijo el director. Yo sí las entiendo. Hay gente que no está preparada para ver, sino sólo para ver.

By Miguel Pérez