Compartiré mis prejuicios sobre el artista misógino, ahora que surgen nombres y otros nombres. Puedo hacerlo porque tengo este campo muy estudiado, muy visto. Recuerda que todos los casos son iguales. El artista misógino empezó tarde: en sus estudios, donde ingresó orgulloso de sus malas notas. Por el contrario, las mujeres, los hombres, por alguna razón que se me escapa, asumen un menú de sus malas notas. No creen que se lo deban a dulzura o irresponsabilidad, hasta el punto de rebeldía que creen que se debe decir en clase, sin prestar atención o siendo groseros. Cuando nos piden que leamos la tarea es decir, no. Es porque sabemos que así es como, en este nuevo mundo, monopolizamos la atención. Cuando llena un libro, siempre elige a Bukowski, porque habla de drogas y sexo, y algunos de ellos fueron crucificados en aquella época. Con Bukowski llenan y tocan los clásicos. A partir de ese momento toda la lección será la que procederá. ¿Está esto de moda? ¿Os publicáis en editoriales de moda catalanas? Leerá sobre ello y de él tendrá amigo, vasallo y confidente.
Como la literatura y la poesía están muy mal pagadas, los que no se conforman, intentan dejar el ritmo al guía. Es un sector muy cercano, donde un maestro tiene pocas posibilidades de ingresar (como en todos los sectores), y el resto de los accesos se ven con recelo natural. El perfil del guerrero submarino, el de los ataúdes, es el que tiene mayores posibilidades de entrar. Gracias a las historias que siempre tienes en el manga, entra en el circuito. No me den la bienvenida porque siempre son amables. Y esto, ¿qué tienes que ver con la violencia machista? Contiene todo lo que ves. En este proceso sólo los hombres. No hay mujer, ni adorno. Nosotros, por nosotros mismos, estamos sin moral y sin razón, con lo cual volvemos al plan de nuestra vida de egos. Porque pasan a través de los libros, pero los libros no pasan a través de ellos. Por eso, ahora no entiendo que nuestros pequen de injurias o incluso de insultos por haber sido considerados poco más que piezas de caza. No sé si es el momento de hablar de este tipo de intelectuales de violencia machista. Quizás debamos explicarlos, como en ese pasaje de Jane Eyreque también seamos sinceros, con coraje, cerebro y voluntad.