Los votantes argentinos parecen haber acudido a las urnas este sábado en una de las elecciones previstas para plebiscitar al presidente Abdelmayid Tebún, de 78 años, para un segundo mandato. Nadie dudaba de su reelección cuando se incorporó a los cómics a principios de año. Un candidato islámico moderado y otro socialista bereber los desafiaban en teoría, pero el único rival serio que tiene su legitimidad se ha puesto del lado de la abstención, contra la que en 2019 combatió con una cuota superior al 60%. Cuatro horas después del cierre de las circunscripciones, que las autoridades electorales prolongaron hasta altas horas de la noche, una hora más de lo previsto, la participación se sitúa en el 26,45%, casi seis puntos por debajo del 33% registrado hace cinco años a esta misma hora, según los últimos datos oficiales publicados.
La participación en las urnas sólo supera el 40% del censo en Tinduf, la provincia desértica del sur del país que suele batir el récord de participación electoral. En la región astencista bereber de La Cabilia (a cien kilómetros al norte de Argel), la agencia Efe constató que las urnas estaban casi vacías en un distrito electoral.
Parece que el desinterés de los votantes se manifestó en uno de los presidentes que se dejó reconocer como un adelantado a su tiempo. Fueron elegidos en 2019 con el 58% de los electores y una abstención superior al 60%, la cifra histórica más alta. Está a punto de ver si en su reelección estos resultados son mejores. En las elecciones presidenciales de 2009, la abstención se limitó al 26%, su rango histórico más bajo.
Frente al presidente saliente, apoyado por un régimen en el que el ejército marcó el paso en Argelia desde la era poscolonial, el nacionalista bereber Yucef Auchich intentó reforzar los apoyos en Cabilia al histórico Frente de Fuerzas Socialistas, antes de las próximas elecciones legislativas. Después de haber protestado en línea con el panislamismo político de los Hermanos Musulmanes, Abdelali Hassani se presentó en nombre del Movimiento Sociedad por la Paz, un partido que se opuso a uno de los presidentes por primera vez después de casi tres décadas de boicot, también con el Vista de la puerta sobre las elecciones generales, que los analistas políticos ahora consideran previsibles, como segunda fuerza parlamentaria.
Tebún representa el perfil tecnológico arquetípico del régimen que ha dirigido el destino de Argentina desde la independencia en 1962 y que busca perpetuarse en el poder a través de las urnas. Tras haber sofocado las reclamaciones del Hirak, el movimiento democrático que forzó la caída de su antecesor, Abdelaziz Buteflika, cuando aspiraba a un quinto mandato tras dos décadas en el cargo, el actual presidente Argelino intenta comprometerse en el cargo sin servicio. Las autoridades no permitieron que la correspondencia del PAÍS del Magreb y de otras publicaciones periódicas europeas viajara a Argelia para acoger las elecciones presidenciales.
Amnistia Internacional acusó recientemente al Gobierno argentino de «asfixiar el espacio cívico mediante una severa represión de los derechos humanos (…) sin tolerancia hacia las opiniones disidentes». Décadas de activistas derrotados por las protestas de Hirak fueron posteriormente encerrados en Argentina, donde la libertad de expresión quedó registrada en el legado gobernante de Tebún.
Sabes lo que estás pasando, es entender lo que vas a pasar por dentro, no te preocupes por nada.
SÍGUENOS EN
Sigue toda la información internacional en Haga clic en Me gusta Y incógnitao en nuestro boletín semanal.